El cuidado de los bebé al nacer
1. Los
recién nacidos tienen el estómago muy pequeñito, por lo tanto la cantidad de
leche que les cabe es también pequeña. Los intervalos entre las tomas
deben ser los que su cuerpo exija. Todos los pediatras recomiendan la lactancia a demanda (salvo excepciones por
enfermedad).
2. Muchos bebés regurgitan después de mamar
o de tomarse el biberón. Es algo normal. No hay razón para
preocuparse, pues no suele ser mucha cantidad. Por regla general, solo echan la
leche que han tomado de más.
3. En
ocasiones, el peque no se queda satisfecho después de mamar un largo rato.Esto puede
pasar porque no mama bien: si succiona solo el pezón no sacará mucho. Hay que
procurar que la areola del pecho también esté dentro de su boca.
4. Si se
tienen gemelos, es muy normal que al principio lloren más
que otros bebés cuando se encuentran hambrientos, ya que tienen que esperar su
turno. Podemos colocar a cada uno en un pecho, ambos a la vez, y en la
siguiente toma, intercambiarlos. Si toman biberón, los ponemos en frente, sobre
un cojín y se lo damos al mismo tiempo.
5. Lo ideal
es que cada gemelo tenga su propio ritmo de comida, es decir, cuando lo piden. Si su
hermano sigue durmiendo, le dejaremos hasta que se despierte. Poco a poco irán acercando horarios.
6. Hay bebés
que se duermen mamando. Probablemente no tengan mucha hambre o aún estaban medio dormidos. En
este caso, basta con mover un poquito el pezón para que despierten y sigan
chupando.
7. Si no les
damos pecho, los recién nacidos tienen que aprender a tomar el biberón.Lo mejor es
que al principio sea siempre la misma persona la que se lo dé, pues cada uno
tenemos una forma diferente de darlo. Algunos bebés se desconciertan
fácilmente.
8. No es
aconsejable darle nada que no sea leche, ni infusiones ni ningún preparadoque nos
hayan dicho que le ayuda a echar los gases.
9. Para
evitar que ingiera aire, si le damos el biberón, hay que verificar que está lo
suficientemente inclinado como para que la leche ocupe toda la tetina y no haya
burbujas de aire que pueda tragar sin querer.
10. Durante
cinco o diez minutos después de mamar, los bebés muestran un interés especial
por su entorno. Si lloran después de comer, probablemente sea porque quieren juerga y
nosotros no les estamos haciendo caso. También puede ser porque tengan gases.
11. El
eructo no es obligatorio, pero la mayoría de los bebés se sienten mejor después
de haber echado el aire. Para ayudarles, podemos incorporarlos
apoyándolos sobre nuestro hombro, o bien ponerlos boca abajo encima de nuestras
rodillas y les damos palmaditas en la espalda. A veces los gases pueden
provocar fuertes dolores. Si es así, debemos consultar al pediatra.
12. La
postura adecuada para acostar al bebé después de comer es boca arriba. Es más
segura y hará que le molesten los gases en menor medida. Esta postura es la que
debe tener siempre en la cuna para evitar la muerte súbita.
13. Las
manchas de leche en la ropa huelen mal. Se pueden quitar conuna mezcla de
agua y levadura (una cucharadita para una taza de agua). No solo se quita el
mal olor, también la mancha.
14.
Directrices para el aumento de peso: en los cinco primeros meses, la
mayoría de los niños duplican su peso y hacia el final del primer año, suelen
pesar tres veces más de lo que pesaron al nacer.
15. Pesar al bebé a diario no tiene sentido y
puede convertirse en una fuente de estrés innecesario. Si está contento, activo y
crece bien, significa que está bien alimentado. El pediatra lleva un
seguimiento exhaustivo, si él detecta algo raro, tomará algún tipo de medida.
16. Los
niños que se crían al pecho hacen más deposiciones que los que toman leche
artificial. En general suelen hacer entre una y cuatro cacas al día.
17. A partir
de los tres meses aproximadamente, los niños necesitan una cierta rutina en su
vida. Por lo tanto, hay que procurar acostarles a la misma hora y siguiendo un
mismo ritual. Esto deberá
mantenerse durante los siguientes años.
1. Los
recién nacidos tienen el estómago muy pequeñito, por lo tanto la cantidad de
leche que les cabe es también pequeña. Los intervalos entre las tomas
deben ser los que su cuerpo exija. Todos los pediatras recomiendan la lactancia a demanda (salvo excepciones por
enfermedad).
2. Muchos bebés regurgitan después de mamar
o de tomarse el biberón. Es algo normal. No hay razón para
preocuparse, pues no suele ser mucha cantidad. Por regla general, solo echan la
leche que han tomado de más.
3. En
ocasiones, el peque no se queda satisfecho después de mamar un largo rato.Esto puede
pasar porque no mama bien: si succiona solo el pezón no sacará mucho. Hay que
procurar que la areola del pecho también esté dentro de su boca.
4. Si se
tienen gemelos, es muy normal que al principio lloren más
que otros bebés cuando se encuentran hambrientos, ya que tienen que esperar su
turno. Podemos colocar a cada uno en un pecho, ambos a la vez, y en la
siguiente toma, intercambiarlos. Si toman biberón, los ponemos en frente, sobre
un cojín y se lo damos al mismo tiempo.
5. Lo ideal
es que cada gemelo tenga su propio ritmo de comida, es decir, cuando lo piden. Si su
hermano sigue durmiendo, le dejaremos hasta que se despierte. Poco a poco irán acercando horarios.
6. Hay bebés
que se duermen mamando. Probablemente no tengan mucha hambre o aún estaban medio dormidos. En
este caso, basta con mover un poquito el pezón para que despierten y sigan
chupando.
7. Si no les
damos pecho, los recién nacidos tienen que aprender a tomar el biberón.Lo mejor es
que al principio sea siempre la misma persona la que se lo dé, pues cada uno
tenemos una forma diferente de darlo. Algunos bebés se desconciertan
fácilmente.
8. No es
aconsejable darle nada que no sea leche, ni infusiones ni ningún preparadoque nos
hayan dicho que le ayuda a echar los gases.
9. Para
evitar que ingiera aire, si le damos el biberón, hay que verificar que está lo
suficientemente inclinado como para que la leche ocupe toda la tetina y no haya
burbujas de aire que pueda tragar sin querer.
10. Durante
cinco o diez minutos después de mamar, los bebés muestran un interés especial
por su entorno. Si lloran después de comer, probablemente sea porque quieren juerga y
nosotros no les estamos haciendo caso. También puede ser porque tengan gases.
11. El
eructo no es obligatorio, pero la mayoría de los bebés se sienten mejor después
de haber echado el aire. Para ayudarles, podemos incorporarlos
apoyándolos sobre nuestro hombro, o bien ponerlos boca abajo encima de nuestras
rodillas y les damos palmaditas en la espalda. A veces los gases pueden
provocar fuertes dolores. Si es así, debemos consultar al pediatra.
12. La
postura adecuada para acostar al bebé después de comer es boca arriba. Es más
segura y hará que le molesten los gases en menor medida. Esta postura es la que
debe tener siempre en la cuna para evitar la muerte súbita.
13. Las
manchas de leche en la ropa huelen mal. Se pueden quitar conuna mezcla de
agua y levadura (una cucharadita para una taza de agua). No solo se quita el
mal olor, también la mancha.
14.
Directrices para el aumento de peso: en los cinco primeros meses, la
mayoría de los niños duplican su peso y hacia el final del primer año, suelen
pesar tres veces más de lo que pesaron al nacer.
15. Pesar al bebé a diario no tiene sentido y
puede convertirse en una fuente de estrés innecesario. Si está contento, activo y
crece bien, significa que está bien alimentado. El pediatra lleva un
seguimiento exhaustivo, si él detecta algo raro, tomará algún tipo de medida.
16. Los
niños que se crían al pecho hacen más deposiciones que los que toman leche
artificial. En general suelen hacer entre una y cuatro cacas al día.
17. A partir
de los tres meses aproximadamente, los niños necesitan una cierta rutina en su
vida. Por lo tanto, hay que procurar acostarles a la misma hora y siguiendo un
mismo ritual. Esto deberá
mantenerse durante los siguientes años.
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